Crítica: SHAUN, EL CORDERO: LA PELÍCULA
Título original: Shaun the sheep. The movie
Título original: Shaun the sheep. The movie
**** (MUY BUENA)
Reino Unido / Francia. 2015. 85 minutos.
Dirección: Mark Burton y Richard Starzak. Guión: Mark
Burton y Richard Starzak. Una producción de: Aardman Studios. Producción: Paul
Kewley y Julie Lockhart. Fotografía: Copping y Dave Alex Riddett. Diseño de
producción: Matt Perry. Edición: Sim Evan-Jones. Música: Ilan Eshkeri.
Distribuidora: UIP.
Fecha de estreno en Argentina: 3 de septiembre de 2015
Calificación: ATP (Apta para todo público)
El cordero Shaun tuvo que hacer
un largo recorrido antes de tener su propia película. La nueva propuesta del
prestigioso estudio Aardman es un spin off de en el corto ganador del Oscar “Wallace &
Gromit: Una afeitada al ras” (A Close Shave, 1995). Allí Shaun hizo su primera
aparición en la pantalla como un personaje secundario. Su primer gran protagónico
llegó en 2007 cuando se estrenó su
propia serie de televisión.
Utilizando la artesanal técnica
del stop-motion, la especialidad de la casa Aardman, “Shaun, el cordero: La
película” es una propuesta simple, divertida y con el condimento extra de que
se trata una película silente, ya que no hay diálogos (no son necesarios). A
través de estos personajes modelados en plastilina, la técnica se evidencia, la
marca del artista se evidencia, y eso es lo que hace único a este proyecto.
Aquí no se busca imitar la realidad como en las películas de animación realizadas
en CGI. Evidenciar el artificio es justamente el atractivo más grande de la
película.
En esta nueva aventura, el
cordero Shaun sigue viviendo junto a su rebaño en la granja, y para divertirse
deciden hacer una broma al granjero pero nada sale como lo habían pensado. El
granjero tras un golpe en la cabeza queda amnésico y se pierde en la gran
ciudad. Shaun y sus amigos se sienten responsables y deberán ir tras su
rescate.
Esta comedia dirigida a los
más pequeños es simple pero eficaz y se apoya en el humor ingenuo y en el slapstick
para entretener. No pierde el ritmo en
ningún momento. Los personajes a través de sus gestos, y movimientos, cual si fueran
Buster Keaton o Charles Chaplin, son los encargados de garantizar risas.
“Shaun, el cordero” le permite
al estudio Aardman volver a sus raíces, hacer una producción más artesanal, por
fuera de Hollywood. De esta manera consiguen una libertad creativa que hubiera
sido imposible dentro de una coproducción con una mayor. Aardman logra nuevamente
combinar de manera exitosa arte y técnica que da como resultado una de las
mejores películas animadas del estudio.
Trailer "Shaun, el cordero: La película"
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