Entrevistamos a Dorota Kobiela, una de las directoras de
“Loving Vincent”, el film homenaje al pintor postimpresionista.
El jueves 26 de octubre, se estrenó en Argentina “Loving
Vincent”, una producción animada sin precedente en la que cada fotograma es un
cuadro pintado al óleo con el estilo de Van Gogh. Esta ópera prima de la
pintora y animadora polaca Dorota Kobiela y de su pareja, el inglés Hugh
Welchman, productor de “Pedro y el lobo”, el cortometraje animado ganador del
Oscar en 2008, recibió este año el Premio del Público y se consagró como la
Mejor Animación en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy.
Realizar la película fue una tarea titánica, demandó 5
años de producción, en los que sesenta y cinco pintores, de un total de 95
artistas especializados en la obra de Vincent Van Gogh, llegaban cada mañana al
gigantesco hangar del parque Científico y Tecnológico de Gdansk, al norte de
Polonia. En esa suerte de gran factoría de cuadros pintados a mano se
compusieron 62.450 óleos sobre lienzo, muchos de ellos realizados en un solo
día, que sirvieron como fotogramas de un film experimental que recrea los
últimos días del gran pintor holandés.
En diálogo con ZONA DE ANIMACIÓN, la directora
Dorota Kobiela contó que la idea de darle un tratamiento cinematográfico a las
pinturas de Van Gogh surgió hace ya una década. Formada como pintora, sus
experiencias profesionales siempre estuvieron ligadas al cine y la animación. Con
casi treinta años de edad, echaba de menos las pinturas, y le preocupaba
haberse alejado de su verdadera pasión, por lo que decidió unir sus dos pasiones.
En un primer momento iba a darle vida a sus propias pinturas, pero luego volvió
a leer las cartas de Vincent van Gogh, su libro favorito desde los 15 años, material
al que recurría a menudo como fuente de inspiración, y se dio cuenta de que debía
dar vida a sus pinturas para contar su historia. Kobiela afirmó: “Quería llevar
los cuadros de van Gogh a la vida animada para hablar por él.”
No le resultó sencillo persuadir a los productores para
que invirtieran en la película. “Eran muy escépticos sobre si era posible desde
el punto de vista de la producción, y también si a la audiencia le gustaría el
estilo”. Junto a Hugh Welchman se valieron de la plataforma de crowdfunding
“Kickstarter” para conseguir fondos y darle visibilidad al proyecto. Aunque en
términos de cantidad de dinero recaudado, fue pequeña la contribución, a través
de la campaña aparecieron inversores. Otro factor de vital importancia fue que
la película comenzara a tener presencia en las redes sociales. “La popularidad
del film en las redes ayudó a persuadir a muchos distribuidores y financieros a
involucrarse” afirmó la directora.
“Loving Vincent” ha sido un sorpresivo éxito comercial
en los mercados internacionales donde se ha estrenado. En Estados Unidos en dos
semanas recaudó más de U$S 2 millones, fue también récord de público en Italia,
Polonia, y su estreno ya está confirmado en 130 países. En Argentina, durante su
primera semana de exhibición fue vista por 13.398 espectadores, según el relevamiento
de ULTRACINE.
Para Kobiela, el éxito se debe principalmente a la
popularidad de Vincent van Gogh. “Mucha gente que no suele ir a ver una
animación para un público adulto está dispuesta a probar la película porque
conoce las pinturas de Vincent o sus cartas, o ambas, y han sido tocados de
alguna manera por su trabajo, sus palabras o su historia”. También cree que la
respuesta que ha obtenido por parte de la audiencia global se debe a que “El
público está hambriento de nuevos enfoques visuales y sedientos de arte”.
Mientras disfrutan del éxito de “Loving Vincent”, los
directores ya están embarcados en su próximo proyecto: un largometraje de terror
pintado, basado en las últimas pinturas del pintor español Francisco de Goya.
Trailer de "Loving Vincent"
Ezequiel Dalinger
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